Pueblo mapuche suma casi un 25% de pobres, entre ellos un 7% de indigentes
19 DE JUNIO DE 2007.- El diputado Eduardo Díaz, junto con considerar un éxito el avance en la lucha contra la pobreza las cifras entregadas por la reciente Encuesta Casen en la Región de la Araucanía, con un descenso desde 30 a 20% entre los años 2003 y 2006, señaló que “casi seguimos siendo los más pobres de Chile, y en lo regional la muestra aún entrega señales muy preocupantes”.
En este sentido, el parlamentario dijo que el porcentaje de población en situación de pobreza en La Araucanía es el segundo más alto del país: 14% de pobres no indigentes y 6.1% de indigentes, lo que explica el 20.1% de habitantes de la región que permanecen aún bajo la línea de pobreza.
“Según la encuesta Casen 2006”, indicó Eduardo Díaz, “la situación es mucho peor en Malleco (28%) que en Cautín (17,9%). Muy altas aún son las tasas de pobreza indígena, alcanzando un 24.8, que se descomponen en 7% de indigentes y 17.8% de pobres no indigentes. Y tan grave como lo anterior, es la fuerte concentración de este flagelo entre los niños: aquellos de 0 a 3 años sufren un 29.5% y los que tienen entre 4 y 17 años un 28.2% de pobreza.
El diputado indicó que para medir las diferentes líneas de pobreza se usa una canasta básica de alimentación, una dieta que incluye porciones de pan, cereales, carnes varias, pescado, lácteos, huevos, frutas, verduras, legumbres, té, café, azúcar, bebida gaseosa y vino.
“De este modo, la línea de pobreza no indigente urbana se fijó en $ 47.099, el monto que cuesta la canasta básica indicada, y la rural en $ 31.756, mientras la de indigencia urbana en $ 23.549 y rural en $ 18.146”, precisó.
Eduardo Díaz apuntó que “el elemento que más incide en la pobreza es la falta de trabajo: en nuestra Araucanía, por cada hogar indigente, apenas hay 0,7 persona con empleo, y el desempleo alcanza al 38,2%. Entre los pobres no indigentes, apenas hay 1 persona con trabajo por hogar, y enfrentan un 16% de desempleo”.
Desde ese punto de vista, recordó la prevención que realizara cuando señaló que hay un fuerte contraste entre el crecimiento económico nacional expresado en el último IMACEC de 6, 6% y el último INACER de la Araucanía, de apenas un 2,3%. “Podemos focalizar mucho y muy exitosamente el gasto social en los más pobres, pero el crecimiento económico y la creación de fuentes estables de trabajo remunerado siguen siendo la mejor receta para sacar a la gente de la pobreza, y en eso a nuestra región aún le falta mucho”, concluyó Eduardo Díaz.
En La Araucanía, la encuesta Casen fue aplicada entre el 7 de noviembre y el 20 de diciembre de 2006, y cubrió las 32 comunas de la región, encuestando a 7.012 hogares, 3.396 en la zona urbana y 3.616 en la zona rural. Lo anterior equivale a 25.248 personas encuestadas.
19 DE JUNIO DE 2007.- El diputado Eduardo Díaz, junto con considerar un éxito el avance en la lucha contra la pobreza las cifras entregadas por la reciente Encuesta Casen en la Región de la Araucanía, con un descenso desde 30 a 20% entre los años 2003 y 2006, señaló que “casi seguimos siendo los más pobres de Chile, y en lo regional la muestra aún entrega señales muy preocupantes”.
En este sentido, el parlamentario dijo que el porcentaje de población en situación de pobreza en La Araucanía es el segundo más alto del país: 14% de pobres no indigentes y 6.1% de indigentes, lo que explica el 20.1% de habitantes de la región que permanecen aún bajo la línea de pobreza.
“Según la encuesta Casen 2006”, indicó Eduardo Díaz, “la situación es mucho peor en Malleco (28%) que en Cautín (17,9%). Muy altas aún son las tasas de pobreza indígena, alcanzando un 24.8, que se descomponen en 7% de indigentes y 17.8% de pobres no indigentes. Y tan grave como lo anterior, es la fuerte concentración de este flagelo entre los niños: aquellos de 0 a 3 años sufren un 29.5% y los que tienen entre 4 y 17 años un 28.2% de pobreza.
El diputado indicó que para medir las diferentes líneas de pobreza se usa una canasta básica de alimentación, una dieta que incluye porciones de pan, cereales, carnes varias, pescado, lácteos, huevos, frutas, verduras, legumbres, té, café, azúcar, bebida gaseosa y vino.
“De este modo, la línea de pobreza no indigente urbana se fijó en $ 47.099, el monto que cuesta la canasta básica indicada, y la rural en $ 31.756, mientras la de indigencia urbana en $ 23.549 y rural en $ 18.146”, precisó.
Eduardo Díaz apuntó que “el elemento que más incide en la pobreza es la falta de trabajo: en nuestra Araucanía, por cada hogar indigente, apenas hay 0,7 persona con empleo, y el desempleo alcanza al 38,2%. Entre los pobres no indigentes, apenas hay 1 persona con trabajo por hogar, y enfrentan un 16% de desempleo”.
Desde ese punto de vista, recordó la prevención que realizara cuando señaló que hay un fuerte contraste entre el crecimiento económico nacional expresado en el último IMACEC de 6, 6% y el último INACER de la Araucanía, de apenas un 2,3%. “Podemos focalizar mucho y muy exitosamente el gasto social en los más pobres, pero el crecimiento económico y la creación de fuentes estables de trabajo remunerado siguen siendo la mejor receta para sacar a la gente de la pobreza, y en eso a nuestra región aún le falta mucho”, concluyó Eduardo Díaz.
En La Araucanía, la encuesta Casen fue aplicada entre el 7 de noviembre y el 20 de diciembre de 2006, y cubrió las 32 comunas de la región, encuestando a 7.012 hogares, 3.396 en la zona urbana y 3.616 en la zona rural. Lo anterior equivale a 25.248 personas encuestadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario